Agua para el ambiente
Los ríos, humedales y en general los ecosistemas fluviales, necesitan una cantidad y calidad adecuadas de agua, con una variabilidad anual, para sostener la biodiversidad y proporcionar servicios ambientales a los seres humanos.[1] La necesidades y demandas hídricas de los humanos deben estar en equilibrio con las necesidades hídricas de los ecosistemas y no sobreponerse a estas, porque los ríos y humedales están intrínsecamente vinculados con las poblaciones humanas.[1]
El país cuenta con 51 ríos principales que distribuyen el agua superficial por el territorio y en conjunto captan 87% de los escurrimientos superficiales. Los ríos Grijalva-Usumacinta, Papaloapan, Coatzacoalcos, Balsas, Pánuco, Santiago y Tonalá captan el 66% del escurrimiento total.[2] Paralelamente, el país es diverso en cuanto a ecosistemas lénticos, los lagos cubren una superficie de 370,000 hectáreas. Los tres lagos más extensos son Chapala, en Jalisco, y Cuitzeo y Pátzcuaro en Michoacán.[3]
El uso y contaminación de los ecosistemas acuáticos ha limitado la cantidad y calidad del agua que permanece en ellos y deteriora su estructura y procesos. Un ecosistema acuático que no está sano compromete sus funciones naturales y limita la provisión de servicios que son benéficos para las comunidades aledañas.
En México, los mecanismos más importantes para asignar agua para el ambiente son los caudales ecológicos y los decretos de Reservas de Agua, que buscan establecer límites en la extracción, uso y la contaminación del agua, para contar con ecosistemas funcionales que aseguren la provisión de agua para las sociedades actuales y futuras.[1] La asignación de agua a los procesos ambientales debe estar enmarcada en los mecanismos de Gestión Integral del Agua que busca la sustentabilidad, la seguridad hídrica y el bienestar de las personas y ecosistemas.[4]
Demanda de agua y contaminación
En México el agua se destina principalmente para actividades agrícolas (75%), el abastecimiento público (14.7 %) y la industria autoabastecida (4.9%).[5] El agua que se obtiene de las fuentes naturales como ríos y arroyos tiene propiedades físicas y químicas que varían en función de la geomorfología del cauce del río. Pero cuando el agua regresa al ambiente después de haber sido utilizada para la agricultura, industria o uso urbano, el agua va cargada de contaminantes como pesticidas, detergentes, heces fecales, entre otros.[6] Estas nuevas características del agua comprometen la supervivencia de la flora y fauna.
El agua residual es agua que fue utilizada con fines domésticos e industriales y que necesita un tratamiento antes de ser reincorporada al ambiente por medio de su descarga en mantos superficiales o subterráneos.[7]
Normas que establecen límites y parámetros para distintos usos
NOM-127-SSA1-2021 | Establece los límites permisibles de la calidad del agua para uso y consumo humano |
NOM-001-SEMARNAT 2021 | Establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales en aguas y bienes nacionales |
NOM-032-ECOL-1993 | Establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las aguas residuales de origen urbano o municipal para su disposición mediante riego agrícola |
Los ecosistemas acuáticos como lagos, ríos, lagunas, y humedales aportan servicios ambientales que benefician a poblaciones humanas aledañas; sin embargo, estos ambientes reciben la mayor parte de los contaminantes procedentes de las grandes ciudades, industrias, actividades ganaderas y agrícolas.[3]
Aunque existen Normas Oficiales que restringen la descarga de aguas contaminadas a los ecosistemas, el 98% de los ríos y arroyos, y el 76% de los embalses y lagos presentan un nivel entre meso y eutrófico, es decir un exceso de nutrientes.[8]
Se estima que cada litro de agua residual no tratada contamina ocho litros de agua dulce.[6] La descarga de agua contaminada en los ecosistemas acuáticos tiene repercusiones directas en los vertebrados que habitan estos sistemas[9] y que son de importancia ecológica y económica, por ejemplo, las 589 especies de peces de agua dulce que habitan en cuerpos de agua de México.[3]
En ambientes contaminados los peces pueden morir debido a la falta de oxígeno disuelto en el agua, por las altas concentraciones de metales pesados, entre otros.La lista roja de especies amenazadas de la UICN estima que a nivel mundial se han extinguido 80 especies de peces dulceacuícolas.[10] Además, la ingesta de peces contaminados puede ocasionar problemas a la salud humana, como enfermedades gastrointestinales.[11]
Gestión social del agua
La gestión social del agua se refiere a la organización y administración del agua desde lo local, en cuanto a su acceso, distribución y uso. En el entendido de que las comunidades locales son receptoras de daños y beneficios por el aprovechamiento del agua y los ecosistemas acuáticos.[12]
Aunque la gestión del agua es producto de una baja diversidad en los procesos de decisión y de alta centralización[13], en México, existen poblaciones que realizan acciones colectivas para asegurar el uso sostenible del agua, por ejemplo: las comunidades de la Ciénega de Chapala, Michoacán.[14] Los habitantes perciben los cambios inducidos y naturales que influyen de manera determinante en la disponibilidad del agua. Según sean las condiciones de escasez o abundancia del agua se implementan medidas para asegurar su abastecimiento.[12]
Entre otras responsabilidades, los comités comunitarios conformados se encargan de la asignación de cuotas por el uso del agua, la temporalidad de la distribución del agua según la extensión del poblado, y las obras de mantenimiento del sistema hídrico.[12].
- ↑ 1,0 1,1 1,2 Barchiesi, S., Davies, P. E., Kulindwa, K.A.A., Lei, G. y Martínez Ríos del Río, L. (2018). Aplicación de los caudales ecológicos con beneficios para la sociedad y distintos ecosistemas de humedales en los sistemas fluviales. Nota sobre Políticas de Ramsar No.4. Secretaría de la Convención de Ramsar.
- ↑ Raynal-Gutierrez, M. 2020. Water use and consumption: industrial and domestic. En Water Resources of Mexico. Springer. Raynal-Villasenor, J (Ed.)
- ↑ 3,0 3,1 3,2 Contreras-MacBeath, T., Hendrickson, D.A., Arroyave, J., Mercado Silva, N., Köck, M., Domínguez Domínguez, O., Valdés González, A., Espinosa Pérez, H., Gómez Balandra, M.A., Matamoros, W., Schmitter-Soto, J.J., Soto-Galera, E., Rivas González, J.M., Vega-Cendejas, M.E., Ornelas-García, C.P., Norris, S. and Mejía Guerrero, H.O. (2020). The status and distribution of freshwater fishes in Mexico. Cambridge, UK and Albuquerque, New Mexico, USA: IUCN and ABQ BioPark
- ↑ González-Mora, I., Salinas-Rodríguez, S., Guerra-Gilbert, A., Sánchez-Navarro, R., y Ríos-Patrón, E. (2014). Cuadernos de divulgación ambiental: Ríos libres y vivos, introducción al caudal ecológico y reservas de agua. SEMARNAT.
- ↑ CONAGUA. (2019). Estadísticas del agua en México. SEMARNAT. [1]
- ↑ 6,0 6,1 Centro Mexicano de Derecho Ambiental [CEMDA]. (2006). Importancia de la Calidad del agua. En El agua en México: lo que todos y todas debemos saber. Fondo Educación Ambiental, pp. 45-48.
- ↑ Guzmán-Puente, M. (2017). El agua residual y saneamiento: mirada global y mirada local. En El Agua en México: Actores, sectores y paradigmas para una transformación socio-ecológica.
- ↑ CONAGUA - Gerencia de Calidad del Agua. (2020). Estado trófico de los principales cuerpos de agua en México, 2012 - 2020.
- ↑ WWF. (2020). Informe Planeta Vivo 2022. Hacia una sociedad con la naturaleza en positivo. Almond, R.E.A.; Grooten M.; Juffe Bignoli, D. y Petersen, T. (Eds). WWF, Gland, Suiza.
- ↑ WWF. (2021). The World’s Forgotten Fishes. WWF, Gland, Suiza.
- ↑ Fatima, S., Muzammal, M., Rehman, A., Rustam, S. A., Shehzadi, Z., Mehmood, A., & Waqar, M. (2020). Water pollution on heavy metals and its effects on fishes. Int. J. Fish. Aquat. Stud, 8(3), 6-14.
- ↑ 12,0 12,1 12,2 Sandoval-Moreno, A., Griselda-Günther, M. (2015). Organización social y autogestión del agua: comunidades de la Ciénega de Chapala, Michoacán.
- ↑ Ríos-Patrón, E., Ortiz-Paniagua, C.F., Aguilar-Rodríguez, A. (2023). Redes, colaboración y gestión del agua en México: desafíos para alcanzar la seguridad hídrica. Revista Trimestral sobre la Actualidad Ambiental pp. 34-40.
- ↑ Sandoval-Moreno, A., & Griselda-Günther, M. (2013). La gestión comunitaria del agua en México y Ecuador: otros acercamientos a la sustentabilidad. Revista de Sociedad, Cultura y Desarrollo Sustentable vol. 9, pp. 165-179.